"Dinero y amor. Brutalidad y despecho. Vulgaridad. Las razones para matar se cuentan con pocos números, son las mismas desde Shakespeare, desde Caín y Abel. Todo lo demás es repetición. La vida es casi tan tonta como la muerte, y muchísimo más pesada"
En esta segunda entrega de la saga, tan buena como la anterior, y fiel a su estilo, encontramos a la dupla protagonista, Petra Delicado y Fermín Garzón -, completamente afianzada en su relación profesional y en su amistad.
La historia comienza cuando un hombre - de vida marginal - aparece brutalmente golpeado, y poco después fallece sin recuperar la conciencia. Sin indicios de su identidad, solo pudo ser identificado a partir de un perro hallado en una vivienda.
Así se inicia una investigación en la que el animal, y otros miembros de su especie cobran una vital importancia.
Las vidas personales de Delicado y Garzón también se ven afectadas, especialmente cuando éste conoce a dos mujeres, tan interesantes como disímiles entre sí, agregando así otro elemento de interés en la trama.
Narrada con un ritmo ágil y en tono coloquial, - donde destacan los contrapuntos entre la inspectora y su colaborador - ; con mucha ironía y toques de humor, pero con las dosis de reflexión y la exposición de pensamientos y sentimientos que todo relato en primera persona conlleva, nos encontramos, además con una historia muy bien construida, donde no faltan situaciones dramáticas, y donde también abundan datos sobre el contexto social imperante.
En definitiva, una novela muy disfrutable, cuya lectura, desde ya , recomendamos, mientras vamos en busca de la tercera experiencia de estos detectives que ya figuran entre nuestros favoritos.
