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miércoles, 14 de marzo de 2018

Hoy recomendamos: Alex, de Pierre Lemaitre


¿Cuánto tiempo se tarda en morir? ¿Y cuánto tiempo pasará hasta que hallen su cadáver? ¿Lo hará desaparecer, lo enterrará? ¿Dónde? Tiene pesadillas en las que ve su cuerpo inerte en una bolsa, desmadejado, de noche, en un bosque, hay unas manos que lo arrojan a una zanja, un ruido siniestro y desesperante. Se ve muerta. Ya está casi muerta.








Una hermosa mujer secuestrada y encerrada en condiciones infrahumanas, una serie de sádicos asesinatos y un detective que debe exorcizar sus fantasmas mientras lleva adelante una difícil investigación son los elementos de esta excelente novela.
Si en Irene, Pierre Lemaitre nos deslumbró, en esta segunda entrega de la saga Verhoeven, va un paso más allá, presentándonos un atrapante relato donde la trama gira vertiginosamente hasta llegar a un final que es de antología.


—De hecho, la verdad, la verdad… ¿Quién puede decir qué es verdad y qué no lo es, comandante? Para nosotros, lo esencial no es la verdad, sino la justicia, ¿no es así?


Camille sonríe y asiente.

lunes, 12 de marzo de 2018

Hoy recomendamos: Irene, de Pierre Lemaitre


Primera novela protagonizada por el comisario Camille Verhoeven, nos encontramos con una novela negra, dura, sangrienta, escalofriante. Como afirma su autor, cumple con lo que él considera la primera virtud de una novela: crear emociones. Y vaya si las crea. Brillantemente narrada, reúne lo mejor del género, pero va más allá. Irene es un homenaje literario, homenaje a la literatura en general y a la policial en particular. De hecho, su eje argumental tiene mucho que ver con autores y obras del género. Por último, como también afirma Lemaitre, su originalidad es hacer creer al lector que está leyendo una historia cuando en realidad está leyendo otra.

"Pasó por delante de él seguido de Le Guen y otros dos oficiales del grupo, y entró en la habitación, ampliamente iluminada por focos. Cuando llegaban a la escena de un crimen, inconscientemente, los más jóvenes buscaban con la mirada el lugar donde se encontraba la muerte. Los más curtidos buscaban la vida. Pero allí no se podía. La muerte lo había invadido todo, hasta la mirada de los vivos, llena de incomprensión. Camille no tuvo tiempo de preguntarse sobre esa curiosa atmósfera, su campo de visión fue ocupado inmediatamente por la cabeza de una mujer clavada a la pared".






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