"Las calles estaban silenciosas y cada ruido parecía amplificado: el gemido del viento entre los edificios, el tintineo de un móvil de campanillas en un porche...Casi sentía la mirada de las oscuras ventanas de las casas"
Intenso thriller que nos presenta un modelo ya clásico en la literatura policial contemporánea: Una inspectora de policía aún no recuperada de una pérdida personal y con mucho peso sobre su espalda, que actúa intuitivamente - aún contraviniendo órdenes, por lo que mantiene una difícil relación con sus superiores y algunos de sus pares. Un asesino sádico y despiadado, cadáveres presentados en una puesta en escena especial, interferencia de poderosos y desde las altas esferas que obstaculizan la investigación, - en este caso demasiado evidentes -; acción , y peligro creciente para la propia investigadora que, como es esperable, logra resolver el caso y ganar el reconocimiento de los agentes a su cargo. Bien construida desde el punto narrativo, con una muy buena ambientación - un opresivo paisaje invernal -, es una novela atrapante, que se deja leer fácilmente, aunque, como ya se ha dicho, no presenta sorpresas desde el punto de vista argumental.