"Allí estaba él, mirando hacia el colegio, como de costumbre; vestido, esta vez, con un abrigo negro y unos impolutos zapatos de piel a juego.
Aparentemente, carecía de expresión alguna; sin embargo, de una forma apenas perceptible, podía reflejarse en sus ojos un vacío escalofriante, y si se dice que los ojos son el reflejo del alma, yo puedo jurar que en aquel hombre no quedaba ni un ápice de la suya"
Siempre nos es muy grato leer a nuevos autores, en este caso la primer obra, - autopublicada - , de Marta Maceda Gil.
Es una novela breve que en sus 107 páginas nos introduce en un thriller intenso y atrapante.
Con una trama contada mayoritariamente en tercera persona por un narrador omnisciente, - con fragmentos intercalados en primera persona y en bastardilla -, en un lenguaje claro, con las adjetivaciones justas y precisas para, en pocas palabras, - y esto es importante dada la escasa extensión de la novela - , caracterizar a los personajes y a las situaciones , que incluyen, entre otras, a una joven que trata de salir de un horrible entorno familiar y que se desvive por su pequeña hermana, y, sobre todo, a la ominosa y fantasmal presencia de un sádico y recurrente secuestrador, violador y asesino de menores; vemos desarrollarse un relato que, sin plantear una temática nueva, nos permite adentrarnos en una historia donde todo tiene su por qué, y sumergirnos en la mente de los protagonistas, compartir sus angustias y sus vicisitudes, en una atmósfera de sordidez, violencia , y suspenso creciente, hasta un final, donde, según los cánones tradicionales, se develan los misterios y se logran resolver los crímenes.
Bienvenida sea, entonces, esta entretenida ópera prima de una joven autora que promete, y mucho.
Hola. Promocione el libro en mi blog y me gustaría leer la novela, y ahora que te leo me alegra que tuve una buena corazonada con este libro.
ResponderBorrarBesos.
Si, vale la pena leerla!! Beso
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