viernes, 19 de abril de 2019

La lectura de hoy: Cóctel siniestro, de Lawrence G. Blochman

"Caminamos por un senderito que conducía, a través del bosque, al camino. El canto de dos pájaros nos sirvió de acompañamiento musical mientras caminábamos y el plumaje azul de sus alas brilló a la luz del sol, mientras volaban a través del paisaje otoñal. De nuevo el silencio se apoderó del bosque. La calma reinante debió resultar idílica. Pero no fue así. Para mí fue siniestra. Cada paso que daba entre las hojas secas, me recordaba los pasos del asesino."


Dentro de la narrativa policial hay toda una serie de relatos donde los protagonistas no son detectives ni policías, sino gente común que, de pronto, y sin quererlo, se ve involucrada en una historia criminal, - muchas veces como sospechosa - , y, con más intuición o suerte que inteligencia, termina dando con el verdadero culpable.
Tal es el caso de esta novela de Lawrence Blochman, publicada en 1953.
Al finalizar la guerra, Jaime Lawrence, es invitado por una antigua amiga, de quien aún sigue enamorado, a pasar un fin de semana en una cabaña, pero ellos, a poco de llegar, encuentran un cadáver.
Naturalmente aparece también un reducido grupo de sospechosos, y la consiguiente investigación policial, en la que todo apunta a que él es el culpable.
Narrada en primera persona por el protagonista, vemos así los hechos desde su punto de vista, y asistimos, junto con él, a sus intentos por descubrir la verdad y demostrar su inocencia.
Sin mayores sorpresas, aparecen algunos tópicos tradicionales:  falsos culpables, conflictos amorosos, chantajes, "femmes fatales", personajes que tienen algo que ocultar, gente que "sabe demasiado", y la clásica resolución al final. 
Todo esto acompañado por una buena descripción del ambiente, dando como resultado, una obra de fácil lectura, - con un acción que se mantiene constante - , y que, sin ser una obra maestra, nos entretiene.
Por último, vale la pena mencionar algo que le juega en contra, y que no es culpa del autor, sino de los criterios de traducción utilizados, - supongo, comunes a la época en que se publicó la novela - . En una trama policial ambientada en los Estados Unidos, donde los protagonistas son estadounidenses, llamar Eduardito a un Eddie, por ejemplo, nos resulta algo chocante, pero, en definitiva, este es un dato menor, que no le quita mérito a la obra.


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