Los lectores , muchas veces nos volvemos muy pretenciosos y esperamos de los autores que escriban obras maestras, que nos deslumbren con cosas nuevas, que se superen a sí mismos y al resto de sus pares ya consagrados, pero, la mayoría de las veces nos olvidamos que, aún cuando no salgan de lo convencional, hay obras que cumplen esa función tan importante que tiene la literatura, que es, ni más ni menos, la de entretenernos.
Y Emboscada, esta obra que nos ofrecen los hermanos Adrián y Miguel Aragón supera con creces esta premisa.
Se trata de una novela muy entretenida, plena de acción, de rápida lectura y una trama atrapante, con un ritmo cinematográfico que nos hace imaginar, mientras recorremos sus páginas, que estamos viendo una de esas clásicas películas de acción que tanto nos gustan.
La historia es simple, Max Cornell es un ex militar y miembro de un grupo de "operaciones especiales" - muchas veces se los define a él y a su equipo como mercenarios- , que vive retirado en su casa de Londres. Cuando le informan que la joven hija de su difunto amigo, jefe y mentor - muerto en circunstancias misteriosas - , ha sido secuestrada por una aparente red de trata, decide ir en su rescate.
Así, reúne a su equipo, una experta en tecnología y comunicaciones, un experto en armas y un experto en seguimientos, y, en Hong Kong, comienza la acción. Una acción que, entre tiros y explosiones, nos lleva de un campus universitario, calles y avenidas llenas de coches y de luces, a callejones oscuros y bares de mala muerte, a una mansión que es casi una fortaleza, un burdel de lujo, o un barco.
No faltan algunos elementos que nos permiten comprender mejor al protagonista e identificarnos con él: sus recuerdos del feroz entrenamiento, su desencanto con el accionar "sucio" de los ejércitos en los que sirvió, la herida no cerrada que dejó la muerte de su amigo, sus dudas, sus accesos de ira, sus pesadillas, la relación que tiene con sus amigos.
Tampoco faltan los guiños a los clásicos del género como, por ejemplo, al inefable James Bond.
En síntesis, nos encontramos con un relato ameno, muy bien desarrollado, que, sin sorpresas y sin salirse de los cánones del género, nos entretuvo, - y mucho - durante una tarde, y nos dejó esa grata sensación que nos acompaña cuando disfrutamos de una buena lectura, y esas ganas de leer los otros libros autopublicados por estos jóvenes autores, cuya aparición en el mundo literario, desde ya, celebramos y apoyamos.
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