domingo, 25 de agosto de 2019

La lectura de hoy: Muerte escarlata, de Walter Mosley

"Pasé los primeros años de mi vida en la parte trasera de los autobuses y en los balcones segregados de los teatros. Me habían arrestado por caminar por la zona equivocada de la ciudad y por mirar a un hombre a los ojos. Y cuando fui a la guerra para luchar por la libertad, me encontré metido en un ejército segregado, me vi tratado con menos respeto del que merecían los prisioneros de guerra alemanes. Había visto a gente de mi mismo aspecto ser objeto de burlas en la televisión y en el cine. Ya estaba harto, y no iba a darme la vuelta para irme, por más que quisiera hacerlo."



Los mejores novelistas del género pueden reflejar en sus obras mucho más que el mero relato policial, y, sin duda, Walter Mosley, en esta "Muerte escarlata" ( Little Scarlett en el original) lo hace. Como novela policial podemos considerarla dentro del clásico hard boiled, tanto por el estilo narrativo en primera persona, como por la existencia de un investigador privado con códigos propios, siguiendo el modelo chandleriano, - inclusive una visión pesimista del mundo -,  y que no se lleva bien con el poder,  - especialmente por su color de piel - ; en una trama plena de acción hasta el final.
Esta "trama" está inserta en el marco de los violentos disturbios raciales que vivió el sur de los Estados Unidos en la década de los 60. Así, se muestran el racismo, el odio, el miedo y los resentimientos de muchos que, como el protagonista, saben que algo está pasando y que ya nada será igual.
Cuando, en medio de violentos enfrentamientos y saqueos, una joven mujer negra es salvajemente asesinada en su casa, la policía acude a Easy Rawlins, un veterano " solucionador de problemas" - no tiene licencia oficial como detective privado -, con gran arraigo entre sus vecinos y entre la gente de su comunidad, para que los ayude; es que el principal sospechoso es blanco, y la policía  teme ingresar en los barrios de la comunidad afroamericana  para no agravar los incidentes y los enfrentamientos. Comienza así una investigación donde se suceden escenas de violencia y donde desfilan interesantes personajes secundarios.
Tenemos, entonces,  una novela intensa, que describe magníficamente la vida y las miserias cotidianas de Los Angeles,  - toda una fotografía de época - , en una muy buena novela policial, que, desde ya, recomendamos.

"Los Ángeles es una ciudad desértica. No crecen plantas, excepto bajo riego y a regañadientes. La tierra es dura y amarilla y el sol brilla más de trescientos días al año. No llueve mucho y no hay nada de nieve. La gente viene a refugiarse de la obligatoriedad de las estaciones. Hablan del clima como si se tratara de su caldero de oro personal.
Vienen por la luz y la calidez del sol, van en rebaño a las playas, programan barbacoas. Los Ángeles es una ciudad de béisbol y fútbol americano, de croquet y de golf. Está orientada hacia el calor del sol. Y cuando llega la noche, la gente se recoge en sus camas y sueña con la mañana y la promesa de la luz.
Los Ángeles no es una ciudad para noctámbulos. Aquí se viene por las amplias superficies y las vistas, pero para pagarlas la mayoría de la gente trabaja tan duro que la noche no es más que un momento de descanso.

Quienes por fin entienden que el buen clima sólo significa que se puede trabajar aún más duro suelen desilusionarse. Después escogen entre regresar a su lugar de origen o retirarse a vivir en las sombras."




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