domingo, 29 de septiembre de 2019

La lectura de hoy: La casa infernal, de Richard Matheson



"Gritó cuando su cuerpo sufrió una violenta sacudida. Se le cayó el anillo de las manos y oyó que rebotaba sobre la moqueta, muy abajo. Tenía la impresión de encontrarse herida, perdida en una inmensa caverna. No podía percibir las paredes ni el techo; mirara donde mirara, sólo veía oscuridad. Intentó abrir los ojos, pero no pudo. La oscuridad le invadía la mente, borrando su conciencia. El poder, pensó. Querido Dios, el poder.
Empezó a deslizarse por un foso gigantesco, descendiendo hacia una oscuridad mucho más negra de lo que creía posible. Intentó detenerse, pero no pudo. La sensación era física: su cuerpo se deslizaba por unas paredes que eran lo bastante adherentes como para impedir que cayera, pero no lo bastante como para detener su inexorable descenso hacia las tinieblas. La oscuridad que le esperaba tenía carácter, personalidad. Es él, pensó. Está esperándome. Oh, Dios. ¡Está esperándome!"

Si de novelas fantásticas y de terror se trata, la referencia a Richard Matheson (1926 -2013) se nos hace ineludible. 
Prolífico autor, es conocido , además, por muchas de sus historias que fueron llevadas al cine y a la televisión.
En el caso que hoy nos ocupa, encontramos una muy entretenida novela de terror, de fácil lectura, aunque predecible, que aborda varios de los tópicos comunes al género.
Ya desde el mismo título se nos indica uno de los temas más conocidos, el de la "casa encantada", una antigua mansión, de esas rodeadas de fétidos pantanos y densas nieblas, ventanas tapiadas, antiguos muebles, y demás ingredientes que crean la atmósfera perfecta para un relato de terror. Se trata de la mansión Belasco, donde, en la década de 1920 , su dueño, Emeric Belasco perpetraba, junto a sus invitados, toda serie de depravaciones y crímenes, hasta que, en 1929 se encontraron muchos cadáveres entre los que no se halló a Belasco, y donde, desde entonces, distintos grupos de personas que estuvieron en la casa habían terminado casi todos muertos o enloquecidos.
Allí se adentran, en 1970, impulsados por una millonaria recompensa, un físico y experto en fenómenos paranormales, el Dr Barrett, junto a su esposa, y otras dos personas: Una joven medium,  Florence Tanner, y Ben Fisher, el único superviviente del último grupo que intentó desentrañar el misterio en la mansión.
Como era de esperar, comienzan a manifestarse todo tipo de fenómenos a los que, quienes conocemos el género, ya estamos acostumbrados: poltergeist  y objetos que se mueven, pesadillas y situaciones de ensueño que se hacen reales, posesiones, espíritus que aparecen, escenas de violencia, actos lujuriosos, hechos sangrientos y de riesgo mortal.
Lo interesante es que los mismos protagonistas tratan de explicar los sucesos; el racional Barrett hablando de "energías" que, en tanto fenómenos físicos, pueden ser controladas, y la emotiva Tanner, aludiendo a la presencia de espíritus, que pueden ser tanto inofensivos como peligrosos o malvados.
Naturalmente, los lectores, especialmente los más experimentados, podemos intuir de qué va la cosa, y, - en esto no hay mayores sorpresas - , cómo terminará la historia.
Llevada al cine en 1973, como The Legend of Hell House, con dirección de John Hough, y guión del propio Matheson, encontramos en ella una versión más edulcorada y simplificada de la novela, aunque respetando la trama esencial.
En síntesis, una obra que brinda muchos de los elementos clásicos de las historias de terror, de esos que siempre nos permiten disfrutar con su lectura, especialmente, - ¿por qué no?  - en una noche de tormenta, y que, desde ya, recomendamos.









2 comentarios:

  1. Hola Luis!! Creo que el libro podría gustarme mucho, así que me apunto tu recomendación. ¡Gran reseña! Besos!!

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    Respuestas
    1. Hola!! gracias por la visita y el comentario.. Si te gusta el terror, seguramente lo disfrutarás!! No hay nada nuevo, pero... Vale la pena!!! Beso!!

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