"Se acercó a la ventana y miró hacia afuera, a la plaza. La vista, que habitualmente tenía el aspecto agradable de una acuarela, en esta tarde de febrero era sólo blanca o grisácea. El cielo estaba gris, las pálidas casas blancas parecían grises; la nieve que había empezado a caer al mediodía ya se había derretido, formando un barro grisáceo en la acera y en la calle, pero el césped de la plaza todavía estaba blanco; los arbustos eran como columnas blancas redondeadas, las ramas soportaban con gracia una capa de nieve endurecida..."
La excelente colección El Séptimo Círculo nos ofrece esta típica novela de misterio, de esas que se pueden leer en una tarde.
En una fría y nivosa tarde de domingo, como solía hacer, una acaudalada mujer, ya mayor, había invitado a sus íntimos a tomar el té. Cuando, a la hora fijada, éstos se agolpan en la puerta, nadie les abre. Preocupados, luego de insistir varias veces, llaman a la policía, y , así, la encuentran asesinada en su sala.
Se inicia así una rutinaria investigación policial, tras la que, finalmente, logran dar con la persona culpable.
Sólidamente construida, bien llevada, con buena ambientación y personajes bien retratados, nos encontramos con una novela que, sin salirse del canon tradicional, y sin mayores sorpresas en su desarrollo, entretiene.
Hola Luis, gracias por tu reseña, me apunto este título para leerlo en algún momento ;)
ResponderBorrarUn gran abrazo virtual.
Hola, Mariana! Gracias por la visita y el comentario. Un abrazo virtual y solidario desde el sur argentino!
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