“El gran interés despertado en el
público por lo que en aquella época se denominó “el caso Styles” ha decrecido en
una buena medida. No obstante, y en vista de la notoriedad mundial que acompañó
al asunto, tanto la propia familia como mi amigo Poirot me han pedido que escriba
un relato de todo lo acontecido. Confiamos en que quedarán silenciados de esta
manera los rumores escandalosos que todavía continúan circulando”
Así comienza ésta, la primera de las novelas
escritas por Agatha Christie.
Nos encontramos con una obra que,
sin ser de las mejores, es entretenida, de fácil lectura y que tiene el plus de
presentarnos al gran detective belga.
La génesis de este relato la cuenta la autora en su Autobiografía: a partir
de un desafío que le hizo su hermana, decide escribir un relato de detectives.
Así lo manifiesta:
“Fue mientras trabajaba en el
dispensario cuando se me ocurrió escribir una historia policíaca…Reflexioné
sobre el tipo de relato policíaco que escribiría. Como me hallaba rodeada de
venenos, quizás lo más natural fuera escoger la muerte por envenenamiento como
el método ideal. Partí pues, de este hecho, que me parecía lleno de
posibilidades. Jugué con esa idea, me gustó y, al final, la acepté. Entonces me
dediqué a imaginar los personajes. ¿Quién moriría envenenado? ¿Quién lo
envenenaría, a él o a ella? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Por qué? Y todo lo demás.
Se trataría de un asesinato íntimo, dada la forma peculiar de ejecución; todo
ocurriría en familia, por decirlo de alguna forma.”
Una vez elegido el tema, describe cómo, influenciada por Sherlock
Holmes, definió la existencia de un detective, asi nace Hercule Poirot [1],y
de su amigo / colaborador y narrador: el Capitán Hastings. Luego comenzó a dar
forma a los distintos personajes y a elaborar la trama.
El argumento es simple, y adelanta, ya, algunas de las situaciones que
la autora planteará en muchas de sus novelas: Una casa en el campo, un
asesinato, un grupo reducido de sospechosos… la investigación, y la explicación
final de Poirot al resolver el crimen.
La acción, ambientada en 1916, se inicia en una mansión rural donde vive
una adinerada anciana con su familia. Cuando esta muere envenenada, las primeras
sospechas caen en su esposo, acusado de querer su fortuna, pero luego surgen evidencias
que apuntan a otras personas, haciéndose el caso más complejo. La sagacidad de Hercule
Poirot, logrará resolver el crimen.
A disfrutar, entonces con la
lectura del Misterioso caso de Styles
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