sábado, 10 de noviembre de 2018

La lectura de hoy: Un cadáver en el jardín, de María Lang

"Ya no cabía la posibilidad de cerrar los ojos ante la evidencia y confiar en que las excavaciones de momias egipcias, algo menos conservadas, hubieran llevado a papá a tener visiones en una preciosa mañana de agosto en un idílico pueblecito de Suecia.
Realmente había un cadáver en nuestro jardín, y los pájaros daban inquietos saltitos alrededor de él, al tiempo que parecían extrañarse de la prolongada inmovilidad de un ser humano."


Después de haber leído La muerte te espera, le llegó el turno a la otra novela de María Lang que, por ahora, está editada en español: Un cadáver en el jardín
Se trata de una muy buena y entretenida novela, que, debo decirlo, me gustó mucho más que la antedicha.
Escrita en tono ligero, y con algunos toques de humor, la historia transcurre en un pequeño pueblo, de esos que nos gustan tanto, donde todos se conocen, con personajes pintorescos, y donde, tras la apariencia, se esconden amoríos ilícitos y secretos familiares.
En este marco, la aparición de un cadáver altera la vida de todos y da paso a una serie de situaciones que incluyen a distintas personas que confiesan haber sido responsables de la muerte, - como en una de esas  comedias de enredos, aunque con un trasfondo dramático - , y a una gata que alcanza el rol protagónico.
Escrita en 1951, la narración está a cargo de Puck, a la que conocimos en "La muerte....", que es posterior; quien, con su flamante esposo, su padre - un eminente arqueólogo, y el comisario Christer Wijk, - que actúa en forma extraoficial -, logran resolver el caso.
Con alusiones literarias y muchos guiños, - se menciona al Poirot de Christie, Lord Peter ( personaje creado por Dorothy Sayers), y al inspector French de F.W.Crofts, Un cadáver en el jardín nos remite a lo mejor del género, y nos brinda, una vez más, la posibilidad de pasar un muy buen momento recorriendo sus páginas.
Por último, expresamos el deseo de que se publiquen en español más novelas de esta interesante autora.

"Fue entonces, en aquel saloncito acogedor, junto a las dos mujeres rubias y pálidas, cuando por fin comprendí lo que en realidad había ocurrido. No se trataba de una muerte normal, de la clase que suscita dolor y nostalgia entre los familiares y compasión entre los extraños. Estábamos ante un asesinato. Un asesinato inesperado e inexplicable que traería consigo una investigación policial, la revelación de lo que suele considerarse que corresponde a la esfera privada de la gente, desconfianza, sospechas...."

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