"Su imaginación, imperturbable, pero siempre activa, evocó una visión de oscuras riberas de ríos, casas vacías donde ningún grito podría ser oído, negros recovecos y callejones, donde un cadáver podría permanecer veinticuatro horas sin ser descubierto".
"Es un axioma, entre los que se pasan la vida lidiando con criminales, que los hombres acusan una tendencia a repetir sus crímenes, así como los novelistas a escribir el mismo argumento una y otra vez bajó una cubierta diferente".
Novela menor , por momentos aburrida, por momentos confusa en su desarrollo, con escaso suspenso, tiene como puntos positivos la ambientación, el tono ligero con que está planteada la narración, y la divertida caracterización de los personajes - presentados en forma casi caricaturesca.
Escrita en 1946 y ambientada en una Londres bombardeada por la aviación alemana, entre casas destruidas o abandonadas y las penumbras del oscurecimiento, nos trae como personaje principal a Arthur Crook, el sagaz abogado e investigador protagonista de varias de las novelas de la autora.
Crook decide ayudar al "cubreteteras", su excéntrico vecino, a encontrar a su tía, que desapareció de su departamento dejando su extravagante sombrero olvidado. Cuando, poco después aparece ésta muerta en un departamento abandonado del mismo edificio, y a su vez, desaparece "cubreteteras", comienza una investigación sobre el pasado de la víctima y entre sus allegados; no faltan la típica damisela en apuros, y la aparición de pintorescos personajes y nuevos actos criminales, hasta la resolución y explicación final.
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