"Ya me conoces, Virginia. En realidad soy un iluso. Sigo en esto, bueno, por si queda alguna esperanza de encontrar el modo de disuadir a la gente de que joda al prójimo. Y si no la hay, por completar el dibujo. Porque cuando alguien se cobra a un semejante, hay algo que exige que haya un perro dispuesto a cazar al cazador. Es un trabajo de mierda, pero alguien tiene que ocuparse. Alguien que no tenga nada mejor en lo que gastar su tiempo."
La niebla y la doncella es la tercera novela protagonizada por Bevilacqua y Chamorro, y, tan buena como las anteriores, nos muestra a la pareja de Guardias Civiles investigando el crimen de un joven ocurrido dos años atrás en las Islas Canarias.
Si bien continúa con el estilo planteado en las novelas anteriores, con una muy buena caracterización de personajes, una ambientación natural funcional a la trama, y elementos de humor para contraponer a la carga dramática, notamos aquí una mayor introspección del protagonista y narrador, y una mayor presencia de elementos referidos a su vida personal y a la de su compañera. Por ejemplo, Virginia Chamorro enfrenta una complicada relación de pareja, y "Vila" que muestra su sentimiento de culpa por estar alejado de su hijo, además, se involucra en una relación con una joven Guardia. Por otra parte, su accionar se nos muestra muy aceitado en lo profesional y con un creciente grado de confianza en su relación.
De esta forma, la novela se enriquece a través de las reflexiones, y también , por la forma en que, con silencios y "miradas", diálogos y contrapuntos, - y alguna discusión -, la dupla protagonista avanza en la resolución del caso.
Recomendamos entonces, esta tercera entrega de la saga, que nos permite reencontrarnos con estos personajes tan queribles, y con la obra de un autor en la que, más allá de lo estrictamente policial, cobra un valor especial, lo que no es poca cosa, el elemento humano.
Si bien continúa con el estilo planteado en las novelas anteriores, con una muy buena caracterización de personajes, una ambientación natural funcional a la trama, y elementos de humor para contraponer a la carga dramática, notamos aquí una mayor introspección del protagonista y narrador, y una mayor presencia de elementos referidos a su vida personal y a la de su compañera. Por ejemplo, Virginia Chamorro enfrenta una complicada relación de pareja, y "Vila" que muestra su sentimiento de culpa por estar alejado de su hijo, además, se involucra en una relación con una joven Guardia. Por otra parte, su accionar se nos muestra muy aceitado en lo profesional y con un creciente grado de confianza en su relación.
De esta forma, la novela se enriquece a través de las reflexiones, y también , por la forma en que, con silencios y "miradas", diálogos y contrapuntos, - y alguna discusión -, la dupla protagonista avanza en la resolución del caso.
Recomendamos entonces, esta tercera entrega de la saga, que nos permite reencontrarnos con estos personajes tan queribles, y con la obra de un autor en la que, más allá de lo estrictamente policial, cobra un valor especial, lo que no es poca cosa, el elemento humano.
¡Hola, Luis!
ResponderBorrarConcuerdo con tu opinión, leí el libro hace tiempo y a mi manera de ver es uno de los mejores de la pareja Bevilacqua y Chamorro, no solo por la trama y los giros que da, si no por la madurez del protagonista. Sin olvidarnos que las reflexiones no tienen desperdicio alguno.
Gracias por tu reseña, un gran abrazo.
Hola!! Si, tal como dices! Gracias por el comentario! Un saludo afectuoso y solidario desde el sur argentino!
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