"Cuando bajé la vista de nuevo me llevé un susto de muerte. En las entrañas del patio había gente. Ruido no hacían, y no es que las viera, pero tan oscuro estaba que las brasas de los cigarros aspirados se iluminaban arriba y abajo, como luces de árboles de Navidad, delatando las presencias. Si coincidían dos a la vez muy juntas, te podías imaginar el brillo en los ojos de los demonios que salen de los abismos en las películas de terror"
Siempre es gratificante poder leer y reseñar la obra de autores nóveles que auto - publican sus libros. En este caso, además, la satisfacción crece al resultar una muy buena opción de lectura.
Se trata de una historia criminal, cercana al thriller psicológico, con una trama atrapante y muy llevadera.
La vida de un grupo de amigos se ve alterada cuando, luego de una noche de copas, de excesos, de sexo, y de descontrol, se produce una muerte, que afectará su relación, y que llevará a otros incidentes trágicos que cambiarán dramáticamente el curso de sus vidas.
Narrada en primera persona por el protagonista, que, con un tono ágil y coloquial, y pleno de apelaciones directas al lector, nos va relatando en retrospectiva los sucesos; y esto es importante porque quien nos habla, como él mismo se encarga de contarnos, lo hace siempre desde su punto de vista, intercalando en el relato de los hechos, numerosas digresiones , - algunas de ellas con disquisiciones sobre la moral, la amistad, o la verdad , otras con alusiones al cine, la literatura, o a la vida contemporánea - ; que, en definitiva , dan cuenta de su subjetividad y lo muestran en toda su complejidad, con sus zonas de grises, con sus sentimientos y pensamientos muchas veces contradictorios, lo que , a su vez, nos permite comprender su proceder.
En definitiva, una novela bien construida, - cuya lectura, desde ya, recomendamos - , que, a la vez, nos cuenta una historia criminal, y, por la forma en que está contada, incluyendo el lenguaje y el tono empleado, también, nos caracteriza a su personaje principal.
" A estas alturas estoy convencido de que ni los cuervos son negros por completo, ni las palomas blancas inmaculadas. El gris es el color del hombre como especie"
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