"A la derecha y a la izquierda, por delante y por detrás, lo único que se veía era un terreno pantanoso. Eran las cuatro pasadas del día de Nochevieja y la nieve que había estado cayendo toda la jornada había teñido el cielo de un color gris brillante, como si fuera de plomo."
En la literatura de misterio de la llamada "Edad Dorada", Dorothy L. Sayers ( 1893 -1957), ocupa un lugar primordial. Principal impulsora del Detection Club de Londres, y creadora de Lord Peter Wimsey, el simpático aristócrata de vida ociosa y dedicado a la erudición y a resolver crímenes; supo plasmar en sus novelas los elementos prototípicos del subgénero , por ejemplo, centrar el eje de la narración en la resolución de crímenes casi imposibles de realizar, y mostrar un fiel reflejo de la cosmovisión y los estereotipos propios de su época; pero dotando a sus obras de una notable calidad narrativa, con un lenguaje por momentos formal y con toques de erudición, pero pleno de humor, un interés por dotar al relato de una buena ambientación, y un mayor realismo al mostrar situaciones y personajes.
En el caso que nos ocupa, Los nueve sastres, encontramos claramente dichos elementos: Un pequeño pueblo rodeado de pantanos que tiene como centro vital a la iglesia, - cuyas campanas acompañan los distintos momentos de la vida pueblerina - , se ve conmocionado cuando, al preparar una tumba, - para enterrar junto a su esposa ya fallecida, a un aristócrata local - , encuentran el cadáver de un hombre, con el rostro destrozado y sus manos amputadas.
¿Quién es la víctima?, ¿Quién su asesino?, ¿Cómo se pudo cometer el crimen?, y ¿Por qué?, son los grandes enigmas que Wemsey, junto con la policía, deben resolver.
Con un ritmo de lectura por momentos ágil, y por momentos más lento, especialmente los párrafos dedicados a la campanología; con una magnífica descripción de la vida pueblerina y sus costumbres, o del paisaje desolado en medio de una tormenta o durante una inundación; y con pintorescos personajes, algunos de los cuales como el sacerdote Venables o la joven Hilary nos resultan entrañables; Los nueve sastres constituye, en definitiva, una excelente opción de lectura, que, sin salirse de los cánones propios de la novelística de misterio y de detectives, nos ofrece un muy buen cuadro de la vida en la Inglaterra rural de la primera post - guerra, y nos permite adentrarnos en la obra de una autora que le agregó un plus de calidad al género.
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