"Su voz era débil. La voz de alguien que a lo largo de la vida ha ido perdiendo fuerzas pero no el ánimo. Puro cristal, como su piel apergaminada y la fragilidad de su cuerpo delgado aunque en apariencia brioso. Los ojos eran limpios, de mirada dulce e inocente."
El caso del loro que hablaba demasiado es la segunda y muy buena novela protagonizada por la joven Berta Mir.
Cuando un exótico y muy valuado loro es robado, su dueña, - una afable anciana - , acude a Berta para que lo encuentre. Lo que parecía un caso simple se complica cuando van saliendo a la luz turbios asuntos familiares, y sobre todo, cuando aparece un hombre asesinado.
Paralelamente, Berta recibe noticias de su madre ausente con las que debe lidiar, y vive toda la adrenalina de su primera presentación en vivo con su banda de rock.
Narrada en forma ágil y de lectura muy llevadera, con una trama simple y sin sorpresas pero bien desarrollada, - con el trasfondo del tráfico ilegal de especies en vías de extinción - ; con personajes esbozados con pequeñas y precisas pinceladas que permiten caracterizarlos claramente; con un autor que, una vez más , logra con maestría ponerse en la piel de la protagonista - una adolescente de 18 años, devenida en detective a la fuerza - y nos muestra sus ideas y sentimientos, sus miedos y sus valentías, y, sobre todo, la forma en que va transitando su camino a la madurez; nos encontramos, entonces con una excelente opción de lectura, - más que recomendable para el público juvenil - , que nos brinda la posibilidad de entretenernos y de disfrutar conociendo las andanzas de esta atípica investigadora, que se nos hace muy querible, y que le da, al sórdido y adulto mundo propio de la literatura criminal, una gratificante dosis de frescura.
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