miércoles, 23 de febrero de 2022

La lectura de hoy: Todos los casos de Sam Spade, de Dashiell Hammett

 

"Samuel Spade tenía larga y huesuda la quijada inferior, y la barbilla era una V protuberante bajo la V más flexible de la boca. Las aletas de la nariz retrocedían en curva para formar una V más pequeña. Los ojos, horizontales, eran de un gris amarillento. El tema de la V lo recogía la abultada sobreceja que destacaba en media de un doble pliegue por encima de la nariz ganchuda, y el pelo, castaño claro, arrancaba de sienes altas y aplastadas para terminar en un pico sobre la frente. Spade tenía el simpático aspecto de un Satanás rubio".

Inmortalizado por Humphrey Bogart en la pantalla, en lo que fuera el hito fundacional del llamado Cine Negro norteamericano clásico,  el detective creado por Dashiell Hammett pasó a ser el arquetipo del detective privado. 

Cínico, duro, impredecible, capaz de lidiar con delincuentes y policías, y con su propio código de valores.

En este volumen se recopilan todos los casos que lo tuvieron como protagonista: además de El Halcón Maltés, - la única novela - publicada en 1930, en la que se ve involucrado con pintorescos personajes en la búsqueda de una valiosa estatuilla del siglo XVI; tres historias breves: Demasiados han vivido, Solo pueden colgarte una vez, y Un tal Samuel Spade, en los que resuelve sendos asesinatos.

Estos tres relatos, publicados en 1932, poco agregan a lo que sabemos del personaje, quizás el dato a destacar sea que, a diferencia de la novela , aparece colaborando, - sin recelos -  con la policía y la relación con el Tte Dundy mejora notablemente.

A disfrutar, entonces, con la lectura , - por otra parte. muy llevadera - , de los casos de Sam Spade.



"Cuando a un hombre le matan a su socio, se supone que debe actuar de alguna forma. Da lo mismo la opinión que pudiera tener de él. Era su socio, y debe hacer algo. Añade a eso que mi profesión es la de detective. Bueno, cuando matan a un miembro de una sociedad de detectives, es mal negocio dejar que el asesino escape. Es mal negocio desde todos los puntos de vista, y no sólo para esa sociedad en particular, sino también para todos los policías y detectives del mundo. Tercero, soy detective, y suponer que voy a correr detrás de quienes quebrantan la ley y que los voy a soltar una vez agarrados, bueno, eso es como esperar que un perro que ha alcanzado un conejo lo suelte."

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