"Un hijo del pueblo, carne de su carne, y sangre de su sangre, militar
porque desde julio de 1936, siente y cumple con el deber ineludible de empuñar las armas para la defensa y la libertad de su patria, se dirige a vosotros con el corazón y la conciencia en los labios..."
Albañil de profesión, y militante gremial de ideas anarco - sindicalistas, Cipriano Mera (1897-1975), adquirió un rol destacado como militar en el ejercito republicano durante esa tragedia que fue la Guerra Civil Española. Aquí nos presenta sus memorias, basadas principalmente en su Diario de Campaña durante el conflicto.
Con una prosa ágil y un lenguaje simple y directo, da testimonio de sucesos en los que participó desde el comienzo de la guerra, así como de sus ideas y opiniones frente a distintos acontecimientos políticos y militares, incluyendo sus encuentros con otros protagonistas de la contienda, los combates en el frente de Madrid, Cuenca y Guadalajara, su desempeño como jefe del IV Cuerpo de Ejercito; el rol decisivo que jugó en los equívocos y trágicos sucesos que pusieron fin a la República, y sus experiencias luego de la derrota, hasta su exilio definitivo en Francia.
Como dato curioso para los cinéfilos, en 1941 Mera era uno de los tantos refugiados que se encontraban en Casablanca esperando poder viajar a hacia la libertad en América. Dadas sus ideas, y sus antecedentes, como uno de los "sospechosos de siempre", fue arrestado por la policía y entregado a las autoridades franquistas.
Más allá de lo interesante de su relato y las peripecias casi novelescas que narra, estas memorias constituyen un documento importante para conocer, en la voz de uno de sus protagonistas, un poco más sobre la evolución del frente de combate en donde le tocó luchar; y también sobre las desavenencias y luchas internas que desgarraron al bando republicano.
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